“Hay intereses de clase y raza que nos separan a las nombradas mujeres”

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Entrevista con Yuderkys Espinosa, integrante del Grupo Latinoamericano de Estudio, Formación y Acción Feminista (GLEFAS), critica la concepción occidental del feminismo.

Entre los debates que estamos teniendo está, por ejemplo, el pensar si hay que hacer un esfuerzo por mirar las categorías que hemos usado en el feminismo, pero que han sido producidas por el feminismo blanco burgués eurocentrado; y si esas categorías que se han visto como universales para intentar explicar una opresión basada en el género servirían para pensar cualquier cultura, cualquier comunidad o sociedad en cualquier época de la historia. Otra de las cuestiones que estamos repensando es la utilidad del concepto de patriarcado y la idea de género misma, ver si estas categorías responden a la experiencia histórica de construcción de la sociedad europea y no a la de otros lugares del mundo. Ahí hay una apuesta a repensar la pregunta “¿será que esto nos sirve para pensar sociedades anteriores, para pensar una historia de Abya Yala en otra clave que la de los invasores y genocidas?”. Dentro de esta heterogeneidad temporal y estructural que se da en nuestro continente, al mismo tiempo que existe el espacio globalizado de los Estados nación hay resistencias culturales asentadas en territorios que hacen rupturas epistémicas y materiales con el modelo occidental. Habría que preguntarse esto antes de ir a la comunidad: “¿Hay otras experiencias de pensar los cuerpos, de organizarlos en lo social?”. Éstas son el tipo de preguntas que nos estamos haciendo aún en un nivel más teórico, pero que tienen consecuencias políticas. Desde ahí creemos que el feminismo debe ser revisado en sus bases eurocéntricas y su matriz moderna; debemos poner entre paréntesis todas las verdades que nos han enseñado sobre el porqué de la opresión de las mujeres, así como el tipo de política para lograr superarla. Hay que desuniversalizar estas verdades, hay que repensarlas y reelaborarlas a la luz de lo que estamos aportando aquellas cuyas vidas y experiencias no responden a la mujer blanca. Hay que repensar la cuestión del patriarcado así como las nociones dicotómicas y universales de varón-mujer; preguntar en qué contextos éstas han funcionado, hacer una genealogía de su producción y de su surgimiento.