Ayer, 29 de marzo, se produjo la primera movilización de Desobediencia2014. La iniciativa pretende generar un espacio de amplia respuesta social, basada en estrategias de desobediencia civil frente al ataque que suponen las reformas legales ─Ley del Aborto, Ley de Seguridad Ciudadana, Código Penal y Ley de Extranjería─ planteadas por el Gobierno español. De aprobarse, supondrán un regresivo cambio en el actual marco de derechos y libertades. Y nos abocará a dar 40 años de pasos hacia atrás.
El pasado martes, más de 400 personas asistieron a un acto en el Aula Magna de la UB-Raval. De manera colectiva, sincera e ilusionante se presentó la campaña, como paso previo a la marcha de ayer. El acto del martes y la manifestación de ayer tan sólo son el inicio de algo que pretende irse extendiendo progresivamente, de manera conjunta y asumida por la mayoría social. Activarla requiere un proceso colectivo, desde múltiples espacios y sensibilidades. Y en este sentido, la manifestación del 29M ha sido tan solo el punto de arranque que abre una primera etapa.
Un punto de arranque criminalizado desde los días previos por los mensajes que, desde Interior, se estaban dando a comerciantes y medios de comunicación. Se hablaba de la marcha, convocada por más de 100 entidades variadas, como una “manifestación de alto riesgo”, “manifestación de radicales”, etc. Ello fue generando un imaginario colectivo alterado a lo pretendido por los organizadores. También provocó miedo entre muchas personas, que bien sabemos que no vinieron a la marcha por el clima generado desde la Conselleria de Interior.
La marcha de ayer estuvo marcada por un dispositivo policial que militarizó la ciudad. Había gentes de la Brigada Mobil desplegados en cada esquina, dispuestos para cargar desde el inicio. Exhibían escopetas de balas de goma (pocos días antes de que su prohibición sea efectiva), así como todo su arsenal lesivo. A la manifestación acudieron personas de todas las edades, familias con niños, personas sin papeles, etc. Desde el mismo inicio fuimos observando desde la impotencia cómo dicho dispositivo, encaminado a extender el miedo, lograba que muchas personas se fueran alejando de la manifestación.
En el momento que la marcha llegó a Via Laietana, y encaminándose ésta a su final en la Plaza de la Catedral, donde estaba prevista la realización de una acción simbólica, nos encontramos que los MMEE cerraron con una veintena de furgones el acceso a ella. Aprovecharon que se produjeron varias situaciones de daños aisladas, no enmarcadas en la campaña, para activar una carga. Una acción destinada a generar el caos y el miedo entre las personas que estaban ejerciendo su derecho de manifestación. Bajaron unas 20 furgonetas a toda velocidad desde Via Laietana hacia la cabecera de la manifestación, frenando a escasa distancia, y cargando contra la misma. Disolvieron la manifestación con las furgonetas transcurriendo a gran velocidad por Via Laietana, a pesar de que había manifestantes. Generaron la dantesca imagen de gente huyendo despavorida, temiendo ser atropellada por las furgonetas. Se produjeron agresiones y situaciones de pánico, además de 5 detenciones.
Nada es casualidad. Ni la propaganda previa, ni la militarización de la ciudad, ni el final de la marcha que tenían preparado. Entendemos que el objetivo de ayer no era garantizar el orden público, sino frenar desde el principio, atemorizando a la población, esta iniciativa denominada desobediencia2014. Asimismo, queremos remarcar que nuestra estrategia pasa por la práctica de la desobediencia civil masiva, amplia y asumible por todas las sensibilidades.
Repensaremos lo sucedido, afianzaremos alianzas y tejeremos nuevas. Utilizaremos la imaginación y la inteligencia colectiva para que el movimiento siga extendiéndose. Seguimos pensando que frenaremos la aprobación de la Ley del Aborto, de la Ley Mordaza y del Código Penal. Pronto tendremos nuevos materiales y nuevas propuestas. ¡Juntas podemos!
#STOPleyABORTO
#STOPleyMORDAZA
#STOPcodigoPENAL