Este texto, en principio, iba a ser leído junto con otros manifiestos al término de la Manifestación por la Despatologización Trans de Barcelona, el pasado sábado 22. Lamentablemente la organización se negó hasta en tres ocasiones a incluirlo en la lista, detrás de las demás asociaciones que ya se encontraban en el orden de lectura, argumentando que “habíamos llegado fuera de tiempo”. Lamentamos profundamente que la inflexibilidad por “cumplir el programa”, se imponga a lo que otras transexuales tengamos que decir.
Como verán, tardarán muy poco tiempo en leerlo, por lo que no hubiera sido el fin del mundo dar una respuesta afirmativa cuando se solicitó la primera vez.
Qué fácil es olvidar que si no hubiera sido por las trans, putas, afroamericanas que comenzaron a lanzar piedras en Stonewall en 1969, lxs trans del 2016 no estaríamos aquí ahora.
Durante siglos, las mujeres transexuales hemos sido silenciadas, ocultadas, vejadas y asesinadas, en ese sentido el sistema patriarcal siempre se ha ensañado con nosotras por haber renegado y renunciado a esa masculinidad que se nos ha querido imponer sólo por haber sido diagnosticadas como varones al momento de nuestro nacimiento.
Los protocolos de diagnóstico femenino no eran sino un examen sexista en el que las transexuales debían mostrar lo femeninas que eran. Conscientes de este hecho, las aspirantes a la feminización corporal mostraban un carácter fingido, merecedor de los futuros atributos. Y para ello era imprescindible mostrarse ante el protocolo como sujetas pasivas, poco aventureras, sumisas y manipulables en relación con los hombres.
No era fácil sobrevivir con un género discriminado en entornos normalizantes, y eso se traduce en la limitación laboral y existencial, siendo así, el trabajo sexual se reveló como un modus vivendi para muchísimas trans. La sexualidad extrema, el espectáculo y la celebración era la fórmula con la cual las transexuales podíamos y aún hoy podemos encontrar legitimidad, progresar y ganarnos las lentejas. Pero la discriminación social y el machismo siguen hasta hoy y por lo tanto, la cuestión laboral sigue siendo una losa, sobre todo cuando las trans en cuestión, además son inmigrantes.
Afortunadamente hoy parece que las cosas comienzan a cambiar un poco, las nuevas generaciones de chicxs trans, al menos aquí en Catalunya, empiezan a tener redes de apoyo familiar y eso abre un poco más el abanico de oportunidades.
Pero no debemos olvidar que Barcelona es una ciudad donde muchas trans recalamos para buscar una vida mejor, lejos de violencias transfóbicas, como las vividas este último mes en México, donde han sido asesinadas Paola y Alessa en la Ciudad de México, Itzel en Chiapas, Ariela en Guanajuato y otras seis trans trabajadoras sexuales las cuales no han sido identificadas, siendo el segundo país en el mundo después de Brasil en asesinatos de mujeres trans. Que prácticamente la totalidad de las trans migrantes ejercemos o hemos ejercido trabajo sexual como una manera de construir la nueva vida que buscamos, es una realidad innegable.
Por eso reclamamos derechos laborales para las trabajadoras sexuales trans y cis, derogación de la ordenanza de civismo de la ciudad de Barcelona que fomenta la exclusión social.
Igualmente exigimos que se nos tome en cuenta en una futura Ley Integral de Transexualidad que incluya a las migrantes el acogerse al cambio legal de nombre y género.
Pedimos a los distintos colectivos trans, que sea parte de su agenda estas demandas y no volvamos a ser marginadas y estigmatizadas por el hecho de ser migrantes y putas.
STOP PATOLOGIZACION!!!
BASTA DE ESTIGMATIZACION A LAS PUTAS TRANS!!
DERECHOS LABORALES PARA LAS TRABAJADORAS SEXUALES TRANS-MIGRANTES!!
*publicado en Aprosex: http://www.aprosex.org/cuando-la-intransigencia-le-gana-a-la-politica/